La obra de Esopo más relevante en la Alemania medieval fue el Esopet, una colección de historias cortas con una clara enseñanza moralizante. La naturaleza didáctica de las fábulas las convirtieron en vehículo ideal para la educación, y así, las fábulas animalísticas fueron empleadas en escuelas durante siglos. Junto al Esopet, hubo otras colecciones de fábulas que circularon en Holanda durante la Edad Media, el Parabelen van Cyrillus (las Parábolas de Cirilo) y el Twispraec der creaturen (el Diálogo de las criaturas) son dos buenos ejemplos de traducciones de obras latinas. Las propias Fábulas de Esopo estuvieron disponibles en lengua vernácula a través de la traducción al alemán de Heinrich Steinhowel, editadas en Francia en el siglo XV.
El primero en vincular la literatura fabulística con la literatura emblemática fue el humanista francés Gilles Corrozet (Les fables du tresancien Esope, 1542). El libro de Corrozet sirvió de modelo al De warachtighe fabulen der dieren, que contaba con 106 grabados de Marcus Gheeraerts, que posiblemente llevara la iniciativa de la publicación. El texto poético de Eduard de Dene proporciona a la obra un carácter emblemático aun más potente que el de la obra de Corrozet, convirtiendo las Fábulas verdaderas de los animales en uno de los más antiguos libros de emblemas alemanes. Libro de gran influencia, fue reeditado en numerosas ocasiones, imitado y traducido al francés, e incluso al latín.
Los grabados de Gheeraerts ofrecen una descripción vívida de cada episodio. Estas planchas de cobre fueron compradas a principios del XVII por el impresor y editor Dirck Pietersz, que las ofreció al joven poeta Joost van den Vondel para que redactara unos nuevos versos. El resultado fue publicado bajo el nombre de Vorstelijck warande der dieren (1617).
El Águila y el Caracol
No hay comentarios:
Publicar un comentario